miércoles, 28 de abril de 2010

Esa hora

Ayer salí del trabajo, me fui a tomar un café al Mac que tengo cerca para hacer tiempo y me invadieron los recuerdos de las veces que fui ahí con él, pero sostuve mi plan. La llamé a mi vieja para avisarle que iba a llegar tarde y se me hizo un nudo en garganta cuando me dijo “me parece bárbaro, te va a hacer bien”. Me sucumbí en el infierno que es el tráfico a las 7 de la tarde por Capital y llegué a mi clase de salsa con menos onda que un renglón.

Ya había música y un par de parejas bailando. Con menos ganas que de sentarme a estudiar, me cambié los zapatos y me dispuse a esperar que empezara la clase. Algunos que llegaban se acordaban de mi de la única vez que había ido a tomar clases a ese lugar y me saludaron afectuosamente.

Pasados cinco minutos de estar ahí, la música empezó a hacerme efecto y empecé a sentir algo raro en la panza. La clase duró una hora y media y durante esa hora y media me olvidé del mundo, lo único que resonaba en mi cabeza era el “un, dos, tres – un, dos, tres”. Me llenó de vida, de energía, fue como mágico.  Me sentí viva, linda, divertida, me reí y hasta hice un par de chistes que provocaron que algunos se rieran. Salí de ahí renovada, pensando “El se lo pierde”, pensamiento que esta mañana se había borrado, obviamente, y me volví a sentir la hermana menor de Patito Feo, pero esa hora y medía me cargó las pilas.


Creo que todos deberíamos buscarnos algo que nos cargue las pilas como una tarea obligatoria, sin excusas del tipo “no tengo plata”, “no tengo tiempo”, “no tengo ganas”. El no tengo plata es relativo, hay fundaciones y centros culturales que dan cursos o talleres a precios muy accesibles y hay cosas que podés hacer sin gastar un mango, es solo cuestión de usar la imaginación. El no tengo tiempo no es excusa, una hora por semana te la podés hacer, siempre! Y el no tengo ganas, es lo que se combate con esto.

Me refiero a alguna actividad que te guste mucho, que te haga feliz, que te movilice. En mi caso es bailar, ahora pintó la salsa, pero he hecho baile de salón, tango y hasta teatro en algún momento. En tu caso puede ser hacer un curso de fotografía, de dibujo, de pintura, ir al teatro, al cine, a caminar por algún parque o tirarte debajo de un árbol a leer un libro. Tiene que ser algo que te saque de la rutina, que no tenga nada que ver con tu laburo o con tus estudios, ni con tu familia ni con tus amigos. Me refiero a una hora de la semana para vos y solo para vos, donde nadie que te conozca esté cerca para verte y emitir opinión. Una hora por semana para ser libre de tu propia vida, de tus quilombos y tus angustias.

No soy psicóloga ni nada por el estilo, pero creo que esta hora es la que nos salva porque la línea entre la cordura y la locura o un pico de estrés de la concha de la lora que te deje medio turulo por un laaaargo tiempo o te mate, o caer en una depresión que te consuma, es más delgada de lo que uno piensa.

Después de esa hora, vas a salir de ahí y nada va a haber cambiado, todo alrededor va a seguir siendo la misma mierda de siempre, pero la única y gran diferencia va a ser que vos vas a estar mucho mejor parado para enfrentar lo que venga.

Haceme caso, buscate algo copado en qué ocupar tu hora y salvate.

8 comentarios:

  1. Por eso yo salgo a correr y a andar en bici :D

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  2. Jejejejeejjejeje... hace un curso de www.elartedevivir.org de respiracion y meditacion... y vivi FELIZ!!!!

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  3. Sol, tus pilas están recargándose muy bien. Sí, tenes razón todos tenemos que hacer algo que nos reconforte y nos llene de energía...Yo, por ejemplo toco la batería y cuando estoy sin pilas me recompone tocar una horita, lo que no puedo remediar el insulto de lo vecinos...

    Saludos Sol...

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  4. Lo difícil es cuando no te quedan pilas ni para decidirte a empezar...
    Creo que bailar tango me gustaría... no sé si podría cordinar un pie delante del otro, pero los profesores están acostumbrados a los pata duras, verdad...?
    Y me quedo con eso de "que no tenga nada que ver con tu laburo o con tus estudios, ni con tu familia ni con tus amigos"
    Otra onda, otra gente, un cambio total...!!!
    Es para pensar...

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  6. Coincido. No serás psicóloga, pero hablás con sentido común, y eso es más importante y profundo.
    Yo, por mi parte, para romper con la rutina de estudio, leo también, pero otras cosas, como los blogs, por ejemplo. O simplemento me siento en el balcón o la terraza a mirar las estrellas. O voy al gimnasio.
    Así de sencillo.

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  7. Me parece barbaro. Tenes que salir de esa, al menos un rato. :)
    Y de a poco, esa horita se va a ir extendiendo, y lo vas a sentir menos. ^^

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