Nos pasamos la vida buscando
historias, historias largas, con finales
felices donde se comen perdices y no reparando en los pequeños momentos de
felicidad. Los dejamos pasar, no nos
detenemos mucho en ellos hasta que
simplemente pasaron, miramos para atrás y los vemos ahí, lejos, terminados.
Dejamos pasar los momentos
felices, no les damos mucha bola hasta
que ya están muertos y sólo nos queda
recordarlos con nostalgia sin darnos cuenta que las largas historias comienzan
con pequeños momentos que se extienden en el tiempo.
Y así andamos, pululando por la
vida, amargados, desilusionados, buscando fantasmas que no existen, buscando
algo que nos enseñaron que nos iba a garantizar la felicidad eterna, el cielo,
sin reparar en que la magia de Disney existe solo en los cuentos, que la
felicidad hay que buscarla, disfrutarla y cuidarla para que no se muera rápido
y dure un poquito más que un momento.
Tenemos el presente y nada más.
ResponderEliminarHola Sol!
ResponderEliminarEs verdad, la felicidad se hace día a día... Disfrutemos cada momento como si fuera el último (porque nunca sabemos si de verdad no es el último)...
Beso grande!
RoB
Hasta que un día dejás de buscar cosas y te limitás a disfrutar de vos, de las cosas que te gustan, y eso que buscabas y dejaste aparece; lo que sucede es que en el durante uno no puede verlo, sólo se unen los puntos al mirar hacia atrás. Una vez que el camino fue recorrido.
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ResponderEliminarSol... siempre con la única verdad
ResponderEliminarsaludos...