Ayer me quedé pensando en el post de Café. Para el que no lo vio, hablaba de la autocrítica cuando se termina una relación, y me dí cuenta que uno de los tantos motivos por los que no funcionó mi última historia, fue porque yo tenía tantas ganas de que funcionara, que no me di cuenta, desde el principio, que no estaba funcionando.
No buscábamos los dos lo mismo. Yo buscaba un novio y él encontrarse a él mismo después de varias relaciones fallidas. Yo me subí a la moto y aceleré, y a él no le daban las manos para apretar el freno. Él quería conocerme, pero despacio y yo, como de costumbre, lo avasallé.
Realmente es una lástima que no haya funcionado porque es un buen tipo. Más allá de todo, no puedo dejar de reconocer eso. Lo importante es que ésta relación me enseñó muchas cosas positivas y entre ellas, es que resulta imprescindible, a la hora de sentarse en frente de alguien nuevo en una primera cita, dejar las expectativas de lado, dejar los sueños y los deseos propios de lado, y disponerse a conocer al otro, a escucharlo, para darnos cuenta qué es lo que el otro realmente quiere, espera o busca.
Es imposible que funcione una relación entre alguien que busca un novio con otro alguien que busca un polvo de una noche. Cada cual es lo que es, y está pasando por un momento de su vida que uno no puede conocer hasta que no se siente en frente, preste atención, mire y escuche. Si después resulta ser que las personalidades de cada uno son compatibles, los momentos de sus vidas por los que están atravesando cada uno son compatibles y hay onda: Alcoyana-Alcoyana! y puede ser que surja algo. Pero si antes de entender qué es lo que está buscando el otro, entramos a depositar en él todas nuestras expectativas y vamos poniéndole cualidades que nosotros deseamos pero en realidad el otro no tiene, a la larga o a la corta, nos vamos a encontrar llorando por los rincones pensando “cómo puede ser que me haya dicho esto” o “cómo puede ser que haya actuado así”.
No es lo mismo disponerse a conocer que buscar.
Cuando uno busca, es difícil encontrar exactamente lo que se imaginaba, y lo más probable es que se llene de desilusiones porque cada uno es como es y es prácticamente imposible que satisfaga todas nuestras expectativas. Aunque, cuando uno se dispone a conocer, posiblemente no encuentre lo que estaba buscando, pero seguramente encontrará cosas nuevas que pueden sorprenderlo e incluso, gustarle más que lo que estaba esperando.
Muchas veces escuché que solamente encontramos cuando estamos preparados para hacerlo, después de hacer interminables listas donde se enumeren todas las características de lo que queremos encontrar, así sabemos qué es lo que queremos. Yo digo: Las pelotas! Creo que solamente vamos a encontrar cuando nos dispongamos a hacerlo. Cuando dejemos todos nuestros deseos (muchas veces egoístas) de lado y nos animemos a descubrir a alguien tal cual es. Cuando podamos dejar de lado todos nuestros miedos (muchas veces encubiertos atrás de esos deseos egoístas) y dejemos que alguien nuevo entre en nuestras vidas, nos invada, nos deje en pelotas y a los gritos, nos descubra, descubra lo que en verdad somos que es lo que muchas veces escribimos en un blog que solo leen desconocidos a quien terminamos atrayendo. Disponerse a conocer es sentarse en un bar a tomar un café y jugártela. Es disponerse a empezar un juego nuevo, con sus propias reglas, diferentes a las de los juegos que vinimos jugando hasta ahora, pero un juego que puede ser divertido.
Sol,
ResponderEliminarvoy a tomar en cuenta este post tuyo para cuando haga un manual sobre el amor,es perfecto. Lo malo es que se tienen que pasar esas cosas para darse cuenta... :-?
Beso!
De todo se aprende ;)
ResponderEliminarBesos!
La cosa de pudrió el día que Cupido empezo a cobrar el Plan Trabajar.
ResponderEliminarEstoy un poco blanco para ir a La Feliz. Punto y coma + cierro paréntesis, Sol.
Ayy estoy medio tonta hoy, no entendí lo último
ResponderEliminarQué buen post Sol!
ResponderEliminarMe hiciste replantarme algunas cosas.
Seguí escribiendo que me encanta!!!!!!
Me gustó mucho lo que escribiste, hay que enamorarse de la persona por lo que es, no por lo que queremos que sea.
ResponderEliminarPero... ¿Alcoyana Alcoyana?
Decir eso hace que la gente te de más años de los que tenés... je.
Cla: jaja gracias!
ResponderEliminarHugo: jajaja tengo mis años. Yo miraba "Atrévase a soñar" cuando era chiquita jajaja
.... sin palabras... qué más se puede agregar... nada...!!!
ResponderEliminarEso se llama crecimiento...!
Un beso muy grande
Otro!
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