¿Qué tal si procuramos no irnos al carajo?

Los argentinos tenemos problemitas serios con las muertes y los “días de”.  Alguien famoso se muere y paf! de un día para el otro, aunque ni nos interesara en vida el fulano en cuestión, se convierte en un ídolo; es el día de de la lucha contra la violencia infantil y ahí vamos todos los boludos, cambiamos nuestra foto de perfil del facebook por la de nuestro dibujito preferido en la infancia (como si cambiar la fotito de mierda sirviera para algo) y nos vamos a dormir tranquilos con nuestra conciencia pensando que hicimos algo contra los pobres chicos maltratados.  Ayer fue el día la lucha contra la violencia de género y obviamente, como buenos argentinos, ahí fuimos a luchar pelotudamente contra la terrible causa. Antes de empezar a putearme, si quieren putearme, sigan leyendo aunque sea largo.

No me molestan las luchas insignificantes sin sentido, está bien, yo también cambié mi foto de perfil del facebook, y si hacer esas giladas sirve para sentirnos participes de algo que consideramos mal o injusto y es nuestra pequeña forma de manifestar nuestro desacuerdo, vale, suma, pero a lo que voy es a otra cosa. A lo que voy es que estas luchas pelotudas no distorsionen el verdadero fin por el que se está luchando o al menos se está en desacuerdo.

Ayer fui al baño de la facultad y mientras hacía malabares para hacer pis sin sentarme y sin mojarme, me encuentro con un papel pegado en la puerta del baño que en letras enormes decía “¡ALERTA! Hay violencia y abusos en las aulas.” Automáticamente se me cortó el chorrito, dije “MIERDA!” y seguí leyendo.  El cartel decía:

Denunciá y no permitas:

-         Comentarios y miradas intencionadas a determinadas partes de tu cuerpo

-         Contactos físicos inadecuados

-         Ofrecimientos de clases particulares innecesarias fuera o dentro de la facultad

-         Mails o sms que no guarden relación con lo académico

-         Comentarios con excesivo interés por tu vida sexual

-         Chistes y comentarios ofensivos o humillantes

-         Insistentes invitaciones para encontrarse fuera de la Facultad

-         Insinuaciones de mejoramiento de notas a cambio de favores

-         Comentarios agraviantes por ser mujer

Basta de violencia de género.

Y automáticamente pensé “chau! Se fueron al re carajo!”

Tengo 29 años y hace 28 que estoy en instituciones educativas, así que puedo dar fe de que ALGO de profesores, maestros y docentes, sé.  Hay de todo, hay profesores copados, hay profesores boludos, hay profesores que ejercen abusos de autoridad y también puede haber profesores a los que les gustás y como cualquier otro tipo, quiere invitarte a salir. Su invitación puede interesarte y vos querer aceptar o simplemente decís “no, gracias” y listo, pero de ahí a decir que eso es una violencia de genero, me parece que es una reverenda pelotudez.  Seguramente haya lamentables excepciones, pero no se puede meter a todo en la misma bolsa porque ahí es cuando la lucha se desvirtúa y se pierde el sentido de lo importante.

Parto de la base que hablar de violencia “de género” me parece discriminatorio, como el puto día de la mujer o el día de la secretaria. ¿Qué es eso?, ¿acaso los tipos tienen “Día del hombre”?  No.  Para mi, lo que es repudiable es la violencia en todos sus aspectos: El tipo que agrede físicamente a una mina, o verbalmente, denigrándola y humillándola, es violencia. Las minas que humillan o degradan a los tipos, es violencia. Los adultos que maltratan ya sea verbal o físicamente a chicos, es violencia.  Los tipos que cagan a piñas a otro porque este otro es homosexual, o los cancheritos que el sábado a la noche se suben a un auto, se van a dar una vuelta por los bosques de Palermo y re putean o escupen a los travestis que están laburando, es violencia.

Todo eso es violencia, es repudiable, está mal y no hay que permitirlo.  Es el abuso de una persona que se cree con más poder contra otra, ya sea hombre, mujer, grande, chico, homosexual o heterosexual y está mal. Hay violencia en todos lados, hay enfermitos en todos lados y nadie se merece ser agredido.  Me parece ridículo y discriminatorio que las mujeres, por el solo hecho de ser mujeres, tengamos “preferencias” en cuanto a los cuidados a ser violentadas o agredidas.

Si siguiera las recomendaciones de ese cartel de mierda, sería el ayudante de auditoría quien debiera denunciarme a mi por cómo lo miro en las clases, que hasta le miro el pito, sí, y estoy pensando en mandarle un mail para invitarlo a salir cuando termine el cuatrimestre.  Dejémonos de joder!

Luchar o mostrar nuestro repudio por las cosas que creemos que están mal, está perfecto! Desde ir a manifestarse a una plaza hasta cambiar la foto del perfil del facebook ayuda, todo suma, y participar, involucrarse y hacer algo está buenísimo, pero ya que lo vamos a hacer, hagámoslo bien, sin distorsionarnos del foco de atención porque sino lo único que hacemos es meter todo en la misma bolsa de gatos y se termina perdiendo todo lo bueno ahí adentro.