Un jueves de hace casi tres años, hubo una amenaza de bomba en la facultad que hizo que se suspendieran las clases. Lejos de preocuparme, me alegré muchísimo y sin pensarlo dos veces salí corriendo al Margarita Xirgu donde Peña estaba haciendo Sit down tragedy.
La obra empezaba con un monólogo de Dick Alfredo donde, literalmente, nos basureó a todos los espectadores. Fue increíble, son esas cosas que solo Peña podía generar. A medida que iba avanzando el monólogo todos nos íbamos acurrucando en las butacas sintiéndonos las peor mierda del mundo. Me acuerdo que no podía dejar de pensar “yo no pagué $100 para que éste me hicieran sentir así. Si sigue con esto en un toque más me voy a la mierda”. Pero me quedé, acurrucada en mi butaquita sintiéndome un sorete.
El monólogo terminaba diciendo algo que desde ese día me marcó mal. Decía algo así como “sé que en este momento todos me deben estar odiando, que se deben estar preguntando `quién se cree que es éste forro para tratarme de pelotudo´ y seguramente tienen razón, soy un forro, pero Uds. son una manga de cobardes. Hace 15 minutos que se están bancando que los basureé y no hubo uno solo que tuviera los huevos para levantarse y decirme `Peña, quién mierda te creé que sos para tratarme así? Yo no soy ningún pelotudo y no te pienso aguantar más, me voy´ y que se levantara y se fuera”. Y como siempre tenía razón. Me sentí una cobarde y una imbécil.
Creo que a partir de ese momento algo me hizo un click la cabeza y de repente apareció una Sol nueva en escena. Una Sol que podría estar equivocada de cabo a rabo, pero iba a defender sus ideas, sus principios y sus ideales a muerte. Pero haciendo esto me olvidé otra gran lección de Peña: “Ojo con los tontos”.
El tonto es más peligroso que el hijo de puta. Uno para enfrentarse con un hijo de puta se prepara, se arma, agarra el escudo y la lanza, y se posiciona de una manera diferente. El hijo de puta te puede lastimar pero difícilmente te haga mierda. En cambio el tonto te agarra desprevenido y te puede llegar a destruir aunque no tenga la intención, o lo que es peor, sin siquiera darse cuenta. Pero como todo siempre puede ser peor aun, hay una raza que es la peor de todas: el tonto con poder.
Ante un tonto con poder, fuiste. Perdiste la batalla antes de que empezara, hay que asumirlo. Al tonto con poder se lo puede encontrar en muchos lugares: puede ser un jefe, un profesor de la facultad o hasta un presidente. Ante el tonto con poder no te queda otra que agarrar todos tus honorables valores e ideales y metertelos por un ratito en el ojete, decirle que sí, que tiene razón y seguir adelante masticando bronca.
En esta oportunidad me crucé con un tonto con poder que resultó ser un profesor. Tratar de enfrentarlo y hacerle entender que sus ideas eran mediocres y que era un limitado mental, me costó una contractura que me está matando y por poco me cuesta una materia, pero no me va a costar el título. Más allá de que terminé llorando por la indignación y la impotencia que siento por tener que decirle que tiene razón y tener que reformular toda mi tesina en base a una idea mediocre y nada profesional, estoy contenta conmigo porque sé lo que esforcé y estoy segura de que hice un buen trabajo. Estoy contenta conmigo porque esta vez no me quedé sentada acurrucándome en la butaca sintiéndome una mierda, esta vez me levanté y me defendí, aunque haya perdido.
En unos meses o en un año, cuando salga de la facultad por la puerta del medio con mi titulo en la mano, voy a poder sentirme orgullosa de mi misma, sabiendo que ese titulo me lo gané, que nadie me regaló nada, y que no lo afané. Podrá ser el mismo titulo que le den a los que terminaron la carrera gracias a afanar materias, anotándose en los cursos robo o bajando tesinas por internet y cambiándoles un par de frases, pero para mi va a tener otro valor. A mi me va a generar que me pueda presentar a una entrevista de laburo con la cabeza en alto y sin miedo, y me va a dejar dormir tranquila porque voy a estar segura que di lo mejor de mi para conseguirlo.
Es feo, pero a veces hay que aprender a perder, lo importante es que perder una batalla no signifique perder la guerra.
PEÑA:durante años lo escuche, siendo vecino mio nunca lo crucé por la calle.
ResponderEliminarPeña tenía ese problema, mientras estaba escondido dentro de alguno de sus personajes el discurso si bien era hiriente era un discurso mas, como cualquiera de nosotros, demostraba una ideología y una intencion.
Ahora, cuando Peña opinaba como Peña era un puto facho, homofobico, lleno de contradicciones, daban ganas de matarlo.
No me hables de la facultad,entiendo el valor de ganarse un titulo y la larga peregrinación que es el estudio e ir aprobando materias.
Ayer cerré Economía con 10 , pero tengo una docente de otra materia que en un primer parcial con 8 nos tiro un segundo parcial tipo "zona de la muerte". Supongo que si bien uno tiene que estudiar y ganarse todo, los docentes tambien tienen que poner su cuota. Como vos decis, a esta mina es imposible discutirle, siempre tiene la ultima palabra y considero que este detalle demuestra el grado de mediocridad, que guste o no, todos tenemos.
Saludos
Son opiniones, para mi Peña no era ningún facho ni homofóbico, sí podría tener contradicciones, pero quién no? Y yo no considero que tenga ningún grado de mediocridad. Podré hacer las cosas bien o mal, estar terriblemente equivocada o no, pero jamás voy a hacer nada a medias y para zafar. Pongo pasión en todo lo que hago, para hacer algo así nomás, “dale que va”, no hago nada, así que estoy bien lejos de sentirme mediocre.
ResponderEliminarEl otro dia le dije a mi mama... EL DIA QUE APRENDAMOS A PERDER VAMOS A EMPEZAR A GANAR!!!!...
ResponderEliminarHay que respetar la ideologia de uno, y respetarla tambien es saber resguardarla de los TONTOS... si no la entienden, te la guardas en un bolsillo y con una sonrisa le decis... TIENE RAZON SEÑOR TONTO!!!...
Yo tengo una jefa idiota... desiento con ella en el 105% de las cosas... y en el 110% de las cosas esta equivocada... es una tonta con poder.. y bueno... la dejo ser... ES SU PROBLEMA!...
ASI QUE EXCELENTE SOLCITO!... usted mantenga firme su ideologia que NADIE PUEDE MANEJAR LO QUE PIENSA...
como se que te gusta... te aviso... que postie en BUSCANDO EL CAMINO!.
Allá voy!
ResponderEliminarMe parece encantadora tu actitud, tenes mucha actitud!.
ResponderEliminarDato muy importante (? yo bailo todos los años en el Margarita Xirgu :P jajaja. un besote.
Eyyy! Que bueno! qué bailas?? Avisá!!!
ResponderEliminarSiempre que alguien menciona a Peña, siento agradablemente que él esta con nosotros, que por más que pasen los años su biblia de vida sigue doctrinando. Obviamente un genio como Peña nunca atacaría a una persona con dificultades. Por eso creo que cuando se refiere a “ojo con los tontos” habla de esa gente que utiliza el modo y hace mucho daño y nunca se hace cargo. Por suerte a las personas con tu entereza, solamente las afecta levemente un “tonto con poder” pero nunca lograran que desistas.
ResponderEliminarComo dije. Vos podes.
Saludos.
Un tonto es un tonto. Obviamente que no se refería a alguien con capacidades limitadas, sino a un tonto. El tonto no es que se mande cagadas y no se haga cargo, eso tiene más que ver con un hijo de puta; el tonto es el que se manda cagadones terribles por tonto solamente, sin intención y a veces ni siquiera se da cuenta. Hay miles y se reproducen como conejos! Jajaja
ResponderEliminarGracias!
Hay miles y se reproducen como conejos porque la educación está cada vez peor... y como vos decís es más facil comprar un título que ganárselo estudiando... y a los tontos se los maneja mejor porque no saben pensar, por ende se les dice hasta a quien tienen que votar y van y votan, siempre mal, siempre a los que no hacen nada por mejorar el país, siempre a los que roban, pero como no tienen educación, no saben pensar y votan porque le dieron un par de zapatillas o un pancho con una coca...
ResponderEliminarAsí estamos... mientras la educación y la salud no sean prioridad las cosas no van a cambiar...
Lo de Peña indiscutible... nunca me cansaba de escucharlo, siempre te hacía reflexionar...
Un beso
"Que perder una batalla no signifique perder la guerra..." qué cierto todo eso, de esos comentarios me incentivan cuando pienso en caer.
ResponderEliminarBesos grandes.
Avisá cuando sepas cómo y hacemos un manual. Seguro es best seller!
ResponderEliminarloooooser, jaja, naaaa, mentira, te banco sol
ResponderEliminarsiga chocándose las paredes, una día las derribará (y las tendrá que pagar)
"perder una batalla no significa perder la guerra" ¡lo decía Monstruón, el malo de los halcones galácticos! ¡espectacular!
Yo hubiera preferido ir a una bar y ponerme a leer. Eso es lo que siempre hago cuando hay amenzas de bomba en la facultad, cada dos por tres.
ResponderEliminarSi soy de Lanús,Su. En Lanús está la gente que vale (?)
ResponderEliminarPor supuesto! jajaja
ResponderEliminarsi, los tontos me dan mas de cuidarme que los hijos de puta, porque en sus complejos y baja autoestima hacen tonterias y terminan rompiendo los huevos. Tanto cuesta aceptar el punto de vista del otro? respetar las ideas del alumno? uffff
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