Ver como una minita con la mitad de las tetitas al aire, sacando culito y poniendo trompita, intenta ocultar que en realidad es un gato barato y la juega de nenita buena e inocente ante cuanto flaco se cruza, es realmente repulsivo; pero, ver flacos haciéndose los galanes de América y usando términos como “negrita”, "hermosa", “chiquitita” o “gordita” para dirigirse a esos gatos con barato, lo es mucho más.
Todos los meses un tema
Hace 6 meses
Que horrible.
ResponderEliminarcomo hombre, odio más a los flacos que hacen eso. Claramente.
ResponderEliminarputos... todos putos...
ResponderEliminarel problema de las adulaciones son los diminutivos.
ResponderEliminarEs cierto, el “hermosa” me provocó náuseas pero con el “chiquitita” tuve que salir corriendo a vomitar...
ResponderEliminarlo que le falta a este micro relato es el lugar donde esto sucedió.
ResponderEliminarEn realidad surgió por una cadena de mensajes privados en el Facebook, pero lo padezco todos los martes en mis clases de Salsa
ResponderEliminarTodavía que eran realmente mujeres. La descripción da trava y peor los que usan esos cualitativos para con profesionales.
ResponderEliminarMe merecen más respeto las profesionales: brindan un servicio a quien pague. Estas son gatos que se regalan a boludos y encima gratis
ResponderEliminarlos hombres suelen ser muy basicos...
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